domingo, 3 de marzo de 2013

Carrusel Bloguero de los Juegos de Rol: Mis Monstruos.

Me uno este mes a la iniciativa del Carrusel Bloguero atraído por el tema que nos proponen desde el Laboratorio friki, cuya entrada podéis leer aquí

Monstruos. Una sola palabra que oculta una realidad vasta y compleja. Un simple trasgo es un monstruo, un terrible cuelebre también, uno es pequeño y simpaticote, un incordio como mucho, pero inofensivo. El otro es un dragón, con eso queda dicho todo. Las aventuras toman un cariz distinto dependiendo del monstruo que sale en ellas. Y es que los monstruos definen el juego, son el PNJ por excelencia, el leit motiv de muchas aventuras. ¿Cuantas veces nos hemos reunido para acabar con una bestia que asedia la zona? Todos tenemos nuestro Grendel particular. En muchos casos los monstruos son el centro de la historia. 
Y es por eso que me gusta ser especialmente cuidadoso a la hora de escoger el monstruo que voy a usar en un momento determinado, no sirve cualquier cosa para rellenar, al menos a mi no. Y es que los monstruos tienen sus historias y sus trasfondos, que pueden salirse de ellos, claro está, pero debe de ser siempre de una manera justificada. Una criatura mal colocada puede arruinar la aventura, hacerle perder veracidad, cayendo en el absurdo. No hace mucho mis jugadores me comentaban la incoherencia que nos encontramos en una de las aventuras incluidas en el Asturies Medievalia, el maloso principal era un cuelebre. refugiado bajo tierra, que estaba protegido por dos papones. El problema es que los papones criaturas nacidas de los miedos infantiles, monstruos que se llevan a los niños por las noches, que se ocultan en las sombras acechando a los más débiles  Sin embargo en la aventura parecían los matones de discoteca contratados por el cuelebre. Estaban en pareja y haciendo guardia. Mis jugadores se escacharraban de risa (todavía lo hacen) mientras me preguntaban donde se podían reclutar a esos dos cachas. 
 En otro ejemplo que se me viene a la cabeza (sigo con Aquelarre, no porque en este los malos ejemplos sean más abundantes que en otros juegos, sino porque así enlazo con la temática del blog), una de las aventuras que me descargue una vez de internet estaba protagonizada por una colonia de Aouns que habitaban por la zona. Sin embargo los Aouns son criaturas de la mitología árabe y sus orígenes en el juego están en Africa y en el Reino de Granada. La aventura transcurría por completo en un indeterminado reino cristiano, en el que sí se puede encontrar una colonia de Aouns, pero solo si se justifica de manera convincente. La aventura en realidad fue muy entretenida, y los jugadores lo hicieron magistralmente, la verdad, pero mi ojo crítico de DJ no paso por alto esa incongruencia. Por supuesto, el DJ en cada momento puede sacarse de la manga la explicación que más le convenga sobre la presencia de tal o cual monstruo en uno u otro sitio. Pero, honestamente, creo que eso debe ser responsabilidad del autor de las aventuras, que se supone es el que ha tenido tiempo de sobra para construir una solida linea argumental. 
 Y es que muchas veces desaprovechamos el potencial que los juegos nos ofrecen con sus bestiarios, el Aquelarre mismamente, nos ofrece cientos de posibilidades distintas de aventuras, simplemente colocando con cuidado los monstruos adecuados en el momento más oportuno. No olvidemos que los monstruos aquerralianos, son aquellos nacidos del mito, el folclore y la religión  es decir, son monstruos que surgen de los rincones más oscuros de nuestro inconsciente colectivo, monstruos que en ciertos lugares de nuestra geografía todavía nos susurran secretos al oído y se mueven en el limite de nuestra linea de visión. 
 Y es que si no jugamos bien nuestras cartas, corremos peligro de convertir todos nuestros juegos de rol en copias baratas del D&D, y desde mi punto de vista, juegos como el Aquelarre, detrás de los que hay años de esfuerzo y dedicación (y eso se nota a simple vista), se merecen mucho más que ser una copia castiza de la madre de todos los juegos. Se merecen personalidad, y los monstruos son capaces de dársela. 
 Resumiendo, monstruos si, pero con historia.
 Un saludo. 

1 comentario:

  1. Has de tener en cuenta que las "normas" del carrusel piden que quien realiza una entrada deje el link en la entrada anfitriona, como no lo hiciste no pude rastrear tu entrada (no puedo leerme todo Internet, o recordarlo todo.
    En todo caso edito esta entrada incluyendo el resumen de la tuya en cuanto pueda

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