La historia de la baja edad media asturiana no se entiende sin conocer la figura de don Rodrigo Álvarez de las Asturias. Fue él quién dirigió los destinos de la región durante el primer tercio del s.XIV, quién protegió y defendió los derechos de Alfonso XI y quién, llegado el momento, pro-ahijó a uno de los hijos bastardos de este último, convirtiéndolo en su heredero. Ese bastardo era Enrique de Trastamara.
Nacido en 1260, era don Rodrigo descendiente del linaje de Noreña, población situada a 12 km al este Oviedo, siendo su padre Pedro Álvarez de las Asturias, Mayordomo del rey Sancho IV. Al morir su hermano mayor, Pedro Álvarez de las Asturias II, se convierte Rodrigo en señor de Noreña, sede principal de este linaje. Estamos en 1296. No obstante ya desde 1287 tenía en encomienda numerosas tierras de monasterio de San Vicente de Oviedo.
Escudo de los Álvarez de las Asturias |
Finalmente María de Molina otorga las villas de Gijón, Llanes, Allande y puede que Ribadesella o Nava, a don Rodrigo, para hacerle cambiar de bando. Un año después, 1298, le entregan la tierra de Siero, que hacía unos pocos años había pasado a depender de Oviedo. Don Rodrigo acrecentó más aún su territorio comprando a su antiguo tutor, Suer Alfonso Beltran, viejo amigo de su padre, la puebla de Colunga. El magnate domina el centro y el oriente de asturiano.
Su ascenso continua imparable. En 1307 es ya Adelantado mayor de Asturias. En 1308 Merino de Galicia. En 1309 la merindad se convierte en Adelantamiento, don Rodrigo es Adelantado Mayor de Asturias y Galicia. El rey, pese a todo intenta mantenerlo bajo control, le amenaza con una multa de 100 maravedís si no frena los abusos de los poderosos que se están cometiendo en Galicia, posiblemente el mismo Rodrigo fuera uno de esos poderosos. En 1312 es ya Adelantado de Asturias y León. Es entonces cuando el joven rey muere, dejando en el trono a un niño de un año: Alfonso XI.
Alfonso XI de Castilla |
No descuida, sin embargo, sus asuntos asturianos, su prestigio es tal que los distintos bandos que han surgido en la ciudad de Oviedo, concejo por un lado, cabildo catedralicio por otro, le nombra mediador de sus disputas. Pero los abusos de la mitra oventense son tantos que los tutores del rey encomiendan a don Rodrigo el poner fin a dichos desmanes. En 1316 el de Noreña pone sitio a la fortaleza de Tudela, al sur de Oviedo, donde se había hecho fuerte el infame Gonzalo Pelaez de Coalla, por aquel entonces aliado del obispo (que, por cierto, se llamaba Fernando Álvarez y era pariente de don Rodrigo). La fortaleza se rinde ante el magnate. Pacificada la región, se vuelve a la corte.
Don Rodrigo parte a la frontera granadina donde, en 1319 encuentran la muerte los dos tutores del rey niño, comienza de nuevo el viejo baile de influencias para posicionarse en la nueva corte. Para evitar que el hijo del infante don Juan (que se llamaba igual que su padre) se hiciera fuerte en León, los nuevos tutores acuden rapidamente a la ciudad para someter a los rebeldes que se habían hecho fuertes en la iglesia de Santa María de la Regla. Una vez sometidos don Rodrigo recibe el titulo de defensor de la ciudad de León. Poco después será nombrado Mayordomo Mayor del rey Alfonso XI, había alcanzado el mismo cargo que su padre tuviera en la corte de Sancho IV. Estamos en 1321 y la situación del reino es caotica, llena la tierra de bandas armadas que saqueaban sin piedad. Los tutores del rey permitían esta situación porque no eran ajenos al provecho que se podía sacar de ella. En Asturias, sin embargo, la presencia del poderosos Álvarez permiten conservar cierta apariencia de orden. Los concejos y demás instituciones de la región se someten a la autoridad del magnate, el cual media en los asuntos de los concejos más poderosos de Asturias.
Don Rodrigo tiene ya cerca de setenta años, pero sus dominios no dejan de aumentar, en 1329 la orden de Santiago le entrega en encomienda, esto es gestión pero no propiedad, los castillos de Sobrescobio y Gauzon. Pese al inmenso poder que está acumulando, las decisiones de don Rodrigo parecen regirse por la prudencia, siempre intenta mantener y apoyar los diversos adquiridos de los concejos, deshaciendo los abusos que contra estos se cometan.
Máxima extensión de los dominios de Don Rodrigo |
Pero los años van pesando en septuagenario caballero. Don Alfonso acaba de tener dos hijos ilegitimo Tello y Enrique, y, puede que para agradecer o hacerse perdonar por los desmanes que hubiera podido cometer contra la corona, don Rodrigo pro-ahija al segundo de ellos, haciéndole heredero de muchas de sus posesiones, entre ellas Noreña y Gijón. Andando el tiempo este don Enrique recibirá de su padre el condado de Trastamara, que dará nombre a su linaje.
En la tumba del monasterio de San Vicente de Oviedo en la que reposa el viejo magnate no puede leerse el año de su fallecimiento, posiblemente acontecido en el 1334. Su linaje acaba con él. Pero sus posesiones seguirán unidas bajo don Enrique, quién, pasados los años, no dudará en usarlas para rebelarse contra su hermano y rey legítimo Pedro I.
Ideas de aventuras:
Quería hacer esta entrada porque me interesaba poder presentar, poco a poco, un fresco de los diversos hombres o linajes que detentaron el poder en Asturias durante la baja edad media. Sin don Rodrigo las cosas habrían sido muy diferentes para la región. No solo acapara un gran patrimonio en sus manos, sino que lo transfiere a don Enrique de Trastamara, el futuro rey, que lo usará para rebelarse contra su hermanastro y, una vez coronado, lo donará a su bastardo Alfonso Enriquez, que también se rebelará, pero eso lo veremos más adelante.
Antagonista o benefactor: los PNJ's como don Rodrigo juegan en otra liga distinta de los habituales personajes de Aquelarre. Pero ello no significa que no puedan llegar a interactuar con los PJ de diversas maneras. Pueden llegar a colaborar con don Rodrigo en alguno de sus diversos dominios, servir a sus ordenes en alguno de los numerosos hechos de armas del de Noreña, hacerse valedores de sus intereses en cualquiera de las encomiendas que ostenta o, por el contrario, pueden intentar oponerse a las indudables ansias de poder y riquezas del personaje, esto último sería una opción muy arriesgada, pues son pocas las ocasiones en las que don Rodrigo no obtiene lo que quiere. En cualquier caso debería quedar clara una cosa, el magnate no es ni bueno, ni malo, unas veces actúa bien y otras mal, siempre movido por su ambición y sus intereses, aunque, ciertamente, en los últimos años de su vida parece detectarse cierto arrepentimiento por sus acciones pasadas. El momento en el que los PJ's se crucen con el debería ser determinante para la actitud que tuviera con ellos, pudiendo llegar a reflejarse en diversas aventuras los distintos cambios de postura del magnate, que pasa de ser rebelde a situarse como valedor principal de la corona.
Telón de fondo: otra opción es que los PJ's no se enfrenten o se mezclen directamente en el camino de este PNJ, pero si que sus acciones se vean influidas y estorbadas por las de don Rodrigo, ¿los Pj's quieren ir a Leon? Pues don Rodrigo lo asedia ¿pasan cerca de alguno de sus señoríos en un momento inoportuno? pues son reclutados a la fuerza. Las posibilidades son muchas y variadas. Cuando los magnates se revuelven muchos pagan las consecuencias.
Muy interesante.
ResponderEliminarTengo a dos jugadores de la alta nobleza (malditos dados) que podrían relacionarse/cruzar sus caminos con Don Rodrigo. Ya me habia fijado en él, mirando en la wikipedia y ví que fechan su muerte en 1333 (justo el año que he situado la partida)
Gracias por anpliar la información. Seguire atento a tu blog.
Pues permíteme que me haga un poco de auto-promoción. En la entrada llamada Chronologicum Ars hay una cronología (obviamente) de hechos históricos y curiosos, o que me llamaron la atención, del siglo XIV asturiano. A lo mejor te sirve para algo.
ResponderEliminarUn saludo.
No llegó a casar este noble?
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