Covadonga, la cueva de la señora
¿Que hace
que un lugar sea sagrado y otro no? ¿Qué es lo que vieron los
antiguos astures, o los que habitaban en lo que después sería Asturias antes
que ellos, para determinar en cuál de las cuevas vivía su diosa y cual no?
¿Simple casualidad?¿La espectacularidad del paisaje?Las apariciones celestiales?
Imposible saberlo.
Vayamos por
el principio, el principio de todo.
En el principio
Acabada la guerra
civil entre Marco Antonio y Octavio Augusto, este último decidió que
sería de muy mal gusto celebrar un triunfo tras luchar contra compatriotas
romanos, muchos de los quirites tendrían parientes que habrían muerto luchando
en el bando perdedor y no verían con buenos ojos el festejo. Hábilmente Augusto
decidió montarse una espléndida guerrita en una esquina de su imperio para, una
vez derrotado el enemigo, poder festejar un triunfo digno de su persona.
Casualidades del destino esa esquina estaba en el norte de Hispania.
Apretado contra la costa norte de la península, estaba el irredento territorio
de los cántabros y los astures, tribus barbaras, algo celtas, muy belicosas
ellas y muy amigas de saquear las poblaciones de la meseta, ya sometidas a
Roma, de vez en cuando.
Estas
guerras cántabras se alargaron por más de diez años y al final Augusto cedió el
triunfo a su general Agripa, pero éste avergonzado por celebrar lo que se había
convertido en una guerra larga y sangrienta rechazo celebrarlo. Con lo cual las
tribus de cántabros y astures fueron conquistadas un poco para
nada. Bueno, ahí estaban esas minas de oro en la tierra de los Pesicos, algo es algo.
¿Y qué tiene
que ver la conquista romana con la Virgen de Covadonga? Pues veremos, por ahora
quedemos solo con un dato, el historiador romano Floro dice que los cántabros
se refugian en un lugar llamado Mons Vindius porque creían que antes llegarían
a él las olas del mar que las legiones de Roma. Se equivocaron, pero en fin.
Los caldeos
Alfonso III el Magno |
Claro que
esta versión de la batalla nos llega a través de unas crónicas muy posteriores.
Del reinado de Alfonso III, en pleno siglo X, con lo no está
garantizada su veracidad. A todas luces las cifras de cientos de miles de
caldeos (esto es, los musulmanes) que se dice perecieron en la batalla son una
exageración, y por eso hay quien afirma que fue más bien una escaramuza, que no
existió ni siquiera, o que en realidad lo que hubo fue una lucha de voluntades
entre un ermitaño llamado Pelayo y un tentador obispo Oppas, en
este caso los moros no serían musulmanes sino unos seres pre-humanos o
pre-cristianos que representaban el caos primordial.
No está mal.
Para terminar con Pelayo decir que el poema de
Fernán González (s.XIII) nos dice que se el antiguo espatario se encontraba
escondido en una cueva hambriento y lacerado. Un ángel dice a los godos huidos
del invasor musulmán que lo busquen para que los lidere.Auseva o Vindius
La visión de Juan Pablo Moratiel del rey Pelayo |
Hay que tener en cuenta que el entorno, si impresionante en nuestros días, aún lo era más en la brumosa Alta Edad Media. Bosques profundos, infranqueables montañas, una cueva escavada de manera imposible, un río que brotaba de los pies de la misma (por cierto, el río Deva, nombre que significa diosa), un escenario épico como pocos para derrotar al invasor.
Y es que los alrededores de Covadonga parecen haber tenido siempre, y hablamos de miles de años, un carácter sagrado. Rodeando el lugar se encuentran los dólmenes de Abamia, Mía y la Santa Cruz, sobre los Pelayo y Favila construyen las primeras iglesias cristianas del territorio astur. La antigüedad de esos dólmenes, así como las pinturas rupestres de la cercana cueva del Buxu (¿el bruxo?) nos hablan de una sacralización de la montaña que viene desde tiempo inmemorial.
Más leyendas
Y no es la única pista que nos da el folclore. En la leyenda de las Virgenes de Colunga, nos encontramos con tres vírgenes que se alejan del mar, una de ellas decide ni oírla, ni combatirla y se instala en una cueva entre las montañas. Sí, en Covadonga, La leyenda de la Virgen y las cuevas del mar nos vuelve a hablar de una Virgen que huye del océano portando un bulto de luz, desde donde la persiguen unos "moros", de nuevo símbolos del caos primigenio, representado aquí por el mar cambiante. Todas estos detalles, la cueva, el mar como el caos, los moros en lugares insólitos, el bulto de luz, nos hablan de una simbología muy anterior al cristianismo, que ha sido recogida poco a poco y transformada hasta dar lugar a la Covadonga que conocemos hoy día. La Señora de la Cueva. La diosa de los asturianos.Ideas de Aventuras
- Una figura fantasmagórica se deja ver por las noches en la Santa Cueva, los monjes del cercano cenobio buscan ayuda asustados. Hay quienes dicen que es la misma Virgen que vuelve a castigar a los pecadores, otros opinan que es el demonio que busca desacralizar la prueba, los menos hablan de una xana que camina enroscada en una serpiente...
- Un peligroso asesino perseguido por los Pjs ha buscado refugio en la Santa Cueva. Los monjes impiden el paso a los jugadores aduciendo que es un lugar sagrado de Santuario, pero los jugadores saben que el asesino solo pretende ganar tiempo. ¿Respetarán el santuario o cometerán un sacrilegio para capturar a un peligroso criminal?
- Una mujer solitaria pide a los Pjs que la escolten hasta el Santuario de Covadonga. A punto de llegar les dice que la mar no es cuestión de oírla, ni combatirla, y luego desaparece misteriosamente. ¿Quién es este fantasma que se les ha aparecido? ¿Por qué a ellos? ¿Cuales son sus intenciones?
Bibliografía:
- Geografía Sagrada De Asturias. 2003.
- ASTURIAS LEGENDARIA: HISTORIAS, LEYENDAS, GENTES Y SERES MAGICOS DE LA MITOLOGIA, MIGUEL ARRIETA , TREA, 2005
- Las fiestas asturianas, nuevas formas y viejos ritos. Ed. Picu Urriellu. David M. Rivas.
buxu puede ser buxo (galaico portugues) recordemos que los astures tambien eral galaicos ,o buxo e un arbol casi eterno podendo representar a eternidade coma o teixo ,eso si toda esta idea ten condescendencia con bruxo ou chaman
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