domingo, 3 de febrero de 2013

Los que corren con los lobos.

Son muchas las leyendas asturianas que hacen referencia a las criaturas mitad hombre mitad lobo, por lo general hay que buscar el origen de estos monstruos en una maldición paterna o en una desafortunada circunstancia de nacimiento (ser el séptimo hijo de una saga de hijos varones o el hijo ilegitimo de un cura), en este último caso, si no se toman las medidas adecuadas, nos podemos encontrar con un licantropo en la familia que ronda los rebaños en los montes.
El hombre lobo asturiano, l'home llobu, no es el lobisome gallego, pero si es muy parecido, en ambos casos son fruto de una maldición, aunque en el caso asturiano no puede ser maldito por cualquiera, solo por el padre y por lo general después de haber roto un tabú religioso (en concreto comer carne en cuaresma) o por ser hijo de soltera (en este caso maldice la madre), la maldición asturiana tiene además fecha de caducidad: siete años de lobo. Por cierto que en algunos casos el maldecido se convierte en llobu cerval, esto sería: en lince. Al menos uno de estos llobos cervales merodea cerca de Cangas del Narcea, por las sierras del Pando. De este se dice que es un lobo más grande, más fiero y más oscuro que el resto de la manada (se entiende entonces que no es un lince sino un lobo especialmente fiero, ya se sabe, la mitología es muy confusa). 
Otra insana relación con los lobos es la de los lloberos o lloberas, dicese de aquellos que por medio de las artes brujeriles se alzan con el poder dentro de una manada de lobos, pudiendo usar a las bestias para cometer todo tipo de desmanes. En Asturias es famoso el caso de Ana María García, "la llobera de Llanes", que ante el tribunal de la inquisición confeso en 1648 que había sido introducida en la brujería gracias a Catalina Gonzalez, famosa bruja llanisca, y que se había dedicado a hacer correrías con una manada de lobos. La Inquisición la condenó a 200 azotes en la plaza pública y cuatro meses de servicio en un hospital, donde, de paso, se le inculcaría la fe cristiana.
 Todavía hay un tipo más de humano que se relaciona con los lobos. En Mieldes, Cangas del Narcea, se habla de los l.lobos meigos (lease chobos meigos, demos la bienvenida a la "che vaqueira"). Estos son capaces de transformarse en lobos, pero no por maldición ninguna, sino por voluntad propia y cuando lo hacen no es con buenas intenciones; como poco atacarán al ganado de los vecinos, ahora bien si se cruzan con alguien...
¿Y como se defiende uno de todos estos hijos de Lycaón? El método tradicional de utilizar la plata es perfectamente valido contra ellos, aunque las leyendas son suficientemente modernas como para hablarnos de balas de plata, es evidente que en el s.XIV se debía echar mano de cuchillos o dagas de plata. Otra opción es golpear al home-llobu con una rama de acebo bendecida el Domingo de Ramos y hacerle sangrar. También se puede quemar su piel en el momento de la transformación. En muchos casos el descubrir fehacientemente que un humano ha sido maldecido y se convierte en home-llobu, es bastante para romper la maldición (por lo general se descubre el misterio cuando se captura a un lobo especialmente grande y éste recupera su forma humana a la vista de todos o cuando se consigue herir a la bestia en su forma lupina y se descubre, posteriormente, que un humano tiene exactamente la misma herida que la que se infringió al lobo). Si no se puede o no se quiere romper la maldición y se decide el más expeditivo metido de matar a la bestia es muy importante inmolar los restos una vez muerto el monstruo. 
¿Había dicho ya que las heridas producidas por un home-llobu no se curan? Pues dicho queda.

Home-llobu
Esta criatura es fruto de una maldición paterna o materna sobre aquel de sus hijos que haya roto un precepto religioso, normalmente la prohibición de comer carne en cuaresma, pero no solo. No se puede convertir en home-llobu cualquier persona, son siempre personas que por razón de su nacimiento están predispuestas a ello: el séptimo hijo varón de una dinastía de varones, hijo de mujer soltera o hijo de cura. El home-llobu no puede convertirse en ser humano, tendrá durante los siete años que dura la maldición aspecto semibestial, con brazos y piernas lagos y peludos, ojos rojos que brillan en la oscuridad y amarillos a la luz de las hogueras, camina a cuatro patas pero es capaz de erguirse sobre las dos traseras, lo que le da un aspecto aterrador. Gusta de juntarse con manadas de lobos para convivir con ellos, convirtiendose por lo general en el líder del grupo. La maldición del home-llobu dura siempre siete años.
FUE 20/25        RR: 0  
AGI 25/30        IRR: 120
HAB 5/10         PV: 20/25
RES 20/25        
PER 20              
COM *
CUL *
Protección: 1 pto. (piel)
Armas: Mordisco 65% (1D6+2D6)
             Garras 55% (1D4+2D6)
Competencias: Correr 90%, Escuchar 60%, Esquivar 70%, Rastrear 80%, Saltar 70%
Hechizos: carece
PODERES ESPECIALES
  • Regeneración: El home-llobu regenera un punto de vida por turno incluso después de muerto, a no ser que su piel sea quemada inmediatamente después de su muerte. 
  • Resistencia bestial: Todas las armas que no sean de plata le hacen al home-llobu la mitad del daño normal, antes de descontar la armadura. Por contra la plata o el acebo bendecido (ritual de Secundus Ordo) le hacen daño normal e impiden la regeneración. 
  • Herida incurable: las heridas infringidas por un home-llobu no pueden curarse por métodos naturales (si pueden curarse de manera mágica o milagrosa). No obstante una vez muerto el home-llobu, o liberado de su maldición, las heridas empezarán a curar de manera natural al ritmo normal.
* Estas características no sufren en realidad ninguna alteración durante la forma lupina, manteniéndose con el valor que tendría como humano normal, no obstante el Home-llobu no podrá hacer uso de ellas hasta que no recupere su forma humana. 

Llobu Cerval
Algunos de los malditos mantienen su aspecto humano pero por las noches adquieren el aspecto de un lobo negro, grande y fiero, más que dispuesto a atacar a los seres humanos, acechando incluso a sus seres queridos. Va siempre acompañado de una manada de entre 5 y 7 lobos normales.
FUE 25/30                 RR: 0 
AGI 25/30                 IRR: 150  
HAB *                       PV: 25/30
RES 25/30                        
PER 20                       
COM *
CUL *  
Protección: 2 pto (Piel especialmente gruesa)
Armas: Mordisco 65% (1D6+3d6)
Competencias: Correr 100%, Descubrir 50%, Esquivar 75%, Rastrear 90%, Saltar 70%
Hechizos: carece
PODERES ESPECIALES
 Ver más arriba, exactamente igual que el Home-llobu.

L.lobos Meigos
Existen unos pocos humanos en las tierras de Cangas y Tineo que son capaces de convertirse en lobo a voluntad y no por ninguna maldición o ironía del destino. Son los denominados l.lobos meigos, criaturas especialmente perversas, púes se lanzan voluntariamente a los brazos de lo que para otros es maldición y siempre que lo hacen es con la intención de hacer el mal, bien atacando a los ganados ajenos, bien atacando a los caminantes o pastores solitarios que se encuentren.

Los l.lobos meigos tienen las mismas puntuaciones que los llobos cervales cuando están en su forma lupina, pero a diferencia de estos conservan completamente sus facultades intelectuales y de raciocinio, siendo totalmente conscientes de lo que están haciendo y pudiendo incluso usar sus habilidades dependientes de COM y CUL. No obstante, como es lógico no pueden hablar, pero si comunicarse entre si con aullidos y gruñidos.  
PODERES ESPECIALES
  • Convertirse en lobo: una vez por noche el l.lobo meigo puede adquirir la forma de Llobu Cervante a voluntad. La transformación dura cinco turnos, durante los cuales el l.lobo meigo es especialmente vulnerable, no pudiendo defenderse de ningún ataque que reciba durante esos turnos. Es por eso que los l.lobos meigos se cuidarán muy mucho de transformarse en lugares que consideren inseguros. 
  • Regeneración: ver home-llobu
  • Resistencia bestial: ver home-llobu.

Lloberos
Las brujas y brujos capaces de convocar a una hueste de siete lobos de distintos colores, de hablar con ellos y de tenerlos bajo su control reciben el nombre de lloberos y lloberas. Pese a lo que dice la tradición no son siempre viejas mujeres feas y encorvadas, sabiéndose de al menos una que era un joven pastora que heredo el arte brujeril de, ahora si, una vieja desdentada. Los lloberos son humanos normales, es decir humanos brujos, pero sus hechicerías se enfocan a controlar al más terrible de los enemigos del hombre: el lobo.
  • Amansar a las fieras
  • Aquelarre a Agaliarepth
  • Balsamo de curación
  • Convocar manada
  • Esencia de Hostilidad
  • Horca de bruja
  • Maldición de la bestia
  • Ojos de lobo
  • Pellejo de bestia
  • Piel de lobo
  • Vela de temor.
Convocar manada.
Vis quinta
Maleficio, magia negra de origen infernal
Caducidad: No aplicable.
Duración: Siete noches desde que se lanza el maleficio.
Componentes: piel de lobo que haya probado la carne humana, beleño blanco, garra o colmillo de lobo, la bruja debe ser adoradora de Agaliarepth, 
Preparación: la bruja debe machacar una pequeña dosis de beleño e ingerirla, a continuación, mientras dice las palabras mágicas debe cubrirse con la piel de lobo y trazar alrededor suyo un circulo con el colmillo o la garra.
Descripción: Una vez cumplido con éxito el ritual siete lobos de siete distintos colores vendrán acudirán a la llamada de la bruja en los siguientes 1D6+1 turnos, en la baja edad medía en Asturias los lobos se extendían por toda la región así que es muy improbable que no haya ninguno en los alrededores, en el caso de estar en una gran ciudad o en un lugar donde es probable que no haya lobos estos llegarán (si les es posible, es decir no acudirán a una llamada hecha en el mar por ej.) en 1D6+1 horas. Una vez convocados la bruja tendrá el control absoluto de la manada durante los siguientes siete noches, desapareciendo los lobos durante el día. La bruja será capaz de comunicarse con ellos y ellos con la bruja, que será capaz de entenderlos pero siempre teniendo en cuenta que son animales y piensan como tal. Si uno o más de los lobos muere durante la duración del hechizo no es sustituido por otro. Los lobos no pueden hacer nada que vaya contra su naturaleza, aunque si serán más fieros que de costumbre y estarán dispuestos a arriesgar la vida para defender a la llobera. 

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