viernes, 24 de mayo de 2013

De Nora a Nora; el alfoz de Oviedo

Alfoz es el término rural que pertenece al concejo de la villa correspondiente. Es decir, el alfoz de Oviedo serían los pueblos y parroquias rurales que estaría sometidos al concejo de la ciudad de Oviedo. En teoría, ese alfoz debería ser suficiente para sustentar a la población de la villa de la que depende, pero en el caso de Oviedo eso nunca fue así.
 Pese a ser una ciudad pequeña, incluso para la época (Valencia por aquel entonces tenía 60.000 habitantes y Oviedo como máximo 5000), su alfoz, que incluía las tierras de Nora a Nora, no era capaz de procurar alimento a la población ovetense, convirtiéndose la vieja capital astur en "ciudad de acarreo", esto es, ciudad a la que había que llevar desde fuera los alimentos y suministros necesarios para su mantenimiento. Estos llegaban en parte por la ruta terrestre que atravesaba el puerto Pajares, a lomos de mulas u otro tipo de caballerizas, porque no eran caminos adecuados para carros, aunque la fuente de suministro realmente importante era el puerto de Aviles que, éste si, parece tener un camino adecuado para circular los carros en los que se llevaba las vituallas y otras mercancías necesarias para la ciudad.  
Alfoz de Oviedo
 En el año 1305 se concede por alfoz a Oviedo las tierras de Priorio, Caces y las Caldas posiblemente para compensar a la ciudad por la perdida del territorio de Siero, que había sido entregado ese mismo año a Rodrigo Álvarez de las Asturias, como precio para que apoyara el bando real, y, prácticamente  hasta el siglo XIX, cuando se instala en Trubia la fábrica de armas y pase la parroquia a depende de Oviedo, no se modificará este alfoz. 
 Pese a todo, ese alfoz tan pequeño y poco apropiado no está carente de interés  ni falto de sitios interesantes y misteriosos, lugares mágicos y siniestros en los que meter en apuros a nuestros Pj's. Y todo ello sin apenas alejarse una legua de la ciudad de Oviedo.
 Empecemos por el principio, cuenta la leyenda que en tiempos antiguos, muy antiguos, vivió por estas tierras un gigante de proporciones colosales llamado Noraco. Cuando cansado de este mundo decidió abandonarse al sueño se echó sobre la tierra y se abandonó al mundo onírico de manera tan, tan profunda, que terminó convirtiéndose en piedra. Su colosal y pétrea figura es lo que los humanos llaman monte Naranco, lugar de frondosos bosques y abundante caza, a la ladera del cual transcurre el camino de Santiago que parte desde la basílica-catedral de San Salvador, en donde se puede encontrar la misteriosa cueva de La Cogolla, donde se dice habita una xana, donde se encuentra también, en algún lugar, la cueva de Mari Cuchilla y donde se construyó la iglesia de San Miguel de Lillo y el pequeño palacio de Ramiro I, consagrado como iglesia de Santa María del Naranco. Tengan precaución los caminantes que transiten este camino de peregrinos, porque transcurre muy cercano a una de las dos malaterías que tiene la ciudad de Oviedo, aquella que, para diferenciarse de la otra más famosa, se llama de Paniceres.
 He dicho que la otra malatería es más famosa, pero lo he dicho sin quitar merito a la de Paniceres, aunque la verdad sea dicha es que la que se sitúa en el lugar que ya ha venido a conocerse como San Lazaro, es más grande que aquella de Paniceres, aunque es difícil precisar cuantos malatos eran capaces de albergar una y otra, en algún momento llegó a haber solo dos malatos y en otro tiempos había "bastantes", dando lugar a problemas de espacio. Estos malatos tenía prohibido entrar en la ciudad, excepto en el día de la Cruz (¿3 de Mayo?), hasta el mediodía, siendo el malato que entre en Oviedo fuera de esas fechas expulsado de la ciudad a aguillonadas (a pinchazos, se entiende que con una lanza para así no tocar al malato), si reincide  será mandado apalear y si reincide por segunda tercera vez será mandado quemar. De la misma manera tienen prohibido acercarse a las fuentes y caños, especialmente aquellas que pasan cerca de la malatería y llevan agua a la ciudad. Se dice incluso entre los naturales de la zona que el río Gafo, es gafo por eso, por la cercanía de los leprosos y no conviene beber de sus aguas. Pese a lo que pueda parecer no están muy desatendidos los leprosos, las gentes de bien hacen abundantes donaciones a las malaterías y el regimiento de la ciudad, que se hace cargo de la malateria en el s.XIV (hasta entonces dependía de la iglesia-catedral) se encarga de mantener a una criada para que cuide de los leprosos, les traiga vituallas y agua y pida limosna por ellos en el interior de los muros de Oviedo. La ciudad nombraba asimismo cada año a un regidor para asegurarse del buen gobierno de la malatería, en el siglo XVI, tenía este regidor que visitar dos veces por año la malatería acompañado por un médico para dar de alta a los posibles curados.
Ciclopea visión del castillo de Tudela
 Ese río Gafo del que hemos hablado, nace en las cercanías de la Manjoya, monte que dicen que se llama así por la alegría que da a los peregrinos el divisar la ciudad y la basílica de San Salvador después de lo que habitualmente es un penoso viaje desde León. Es el monte pues de la alegría Mont Ioia o Mon joie, que yo no hablo la lengua de los francos. Se llega a él poco después de pagar el portazgo establecido en Olloniego muy cerca del puente que cruza el Nalón. Portazgo este que se llevan diversas iglesias y monasterios de Oviedo y que parece dar pingües beneficios, pues muchos ricoshombres quisieran echarle mano. Está fuertemente custodiado por el castillo de Tudela, construido por Alfonso III el Magno sobre un castillo más anterior incluso. Debería este castillo proteger a la ciudad por el sur, por eso su nombre, por la tutela que ejerce sobré Oviedo, pero es habitual que caiga en malas manos y que sus ocupantes amenacen a la ciudad desde sus muros y roben y saqueen a los comerciantes que por el camino de Castilla transitan. Se acabarán estas cosas en 1383 cuando Juan I lo mande destruir. 
Hay otro castillo que se encuentra siguiendo el curso del río Gafo hasta llegar al punto en el que este desemboca en el Nalón. Es el castillo de Priorio, propiedad también de la mitra ovetense, que en algunas ocasiones se lo ha cedido a malos ricoshombres, como es el caso de Gonzalo Pelaez de Coalla y que a punto estuvo de ser destruido en 1306 por orden del rey don Fernando el IV. No se llevó a termino la destrucción y en la centuria siguiente se convirtió el castillo en palacio de recreo de los obispos de Oviedo. Algunos dicen que el castillo lleva construido desde antes de los romanos y esto puede ser cierto, porque en las cercanías hay una cueva que se llama de la Lluera, muy a la vera del Nalón que tiene extrañas pinturas en las paredes, como de bestias grandes y cornudas, pero no muchos saben de esta cueva. Si se conoce, sin embargo, la cercanía unas fuentes manantiales que dicen que curan la esterilidad de las mujeres. Pero eso ya lo contaron otros en otro sitio. En mi opinión, en lugar de tanta fuente y rito pagano mejor se va a rezar a la cercana iglesia de San Juan de Priorio, donde un hermoso tímpano nos muestra al Pantocrator en toda su gloría, rodeado de los evangelistas y de dos ángeles. No encontrarán nada como esto en toda Asturias. 
 Muy cerca se encuentra el palacio de la Piñera, con su torre levantada en el s.XIV, supongo que para hacer competencia al castillo.
 A parte de castillos y malaterías se encuentran en este alfoz de Oviedo abundante iglesias para consuelo de los feligreses, destacandose aquellas que construyeron los reyes de la ciudad, como son: Santa María de Bendones, San Pedro de Nora (cerca de está hay un lugar llamado la Barquera por la que se podrá atravesar el río, en barca, claro), San Julían de los Prados y San Miguel de Lillo (no hablo de Santa María del Naranco, que es palacio en realidad). Otra iglesia interesante es la de Santa Marina de Piedramuelle, muy cerca de donde han sacado las piedras para la reforma de la torre de la iglesia-catedral. 
 Antes de despedirme quiero advertir a los que me lean de los lugares peligrosos que abundan en el alfoz, no solo hay casi dieciséis castiellos de tiempos de los paganos diseminados por todo el territorio, sino que hay abundantes cuevas que ocultan peligrosos misterios, he hablado ya de la Lluera en Priorio, pero es que en Olloniego hay otra que llaman de las Xanas, es evidente porque, en el lugar de Fitoria, muy cerca de la iglesia de San Julian hay un castiello antiguo de los paganos, que llaman de Cogolla, y muy cerca, pero no se donde porque nunca la he visto, una cueva con el mismo nombre donde habita otra Xana. Esas criaturas están por todas partes. Y siguiendo con las cuevas, cerca de la Puerta Nueva de Oviedo está la cueva del culebrón, en la que habita una gran sierpe, ojalá construyeran alguna iglesia en las cercanías para que los hombres santos pudieran dar buena cuenta de la bestia. 
 Y esto es todo por ahora. Hay muchos más lugares interesantes en el alfoz, pero son muchos y no puede hablarse de todos en el mismo sitio, descubranlos aquellos que quieran, que no es bueno desvelar de una vez todos los secretos. 
Ideas de aventuras:
  • Un agote llega a la malatería de San Lazaro...
  • Un enemigo de los Pj's consigue encerrar a uno de ellos en una de las malaterías, para así poder hacerse con sus bienes y casarse con su hermana, el Pj deberá entrar en la ciudad para evitarlo, pero se expone a un severo castigo por parte de las autoridades.
  • Mari Cuchilla se quedo a vivir en su cueva el resto de su vida, pero no se dedico a limpiar la sangre de su hermano muerto. En la cueva hay un pequeño manantial del que brota no solamente agua, sino unas pocas gotas de la sangre del gigante Noraco. Beber esa agua ha hecho que Mari Cuchilla se sienta más y más fuerte. Y más loca por cierto...

Post scriptum: esta entrada se me ha quedado larga y corta. Larga porque solo pretendía hacer un mapa de lo que ahora llamamos el Oviedo rural, más que nada señalando los caminos de peregrinación que salen y entran de la ciudad, así como los puentes por los que se cruzan el Nora y el Nalón y que están documentados en la edad medía. Quería incluir también algunas leyendas, sobre todo las referentes a los dos castillos de Oviedo, Tudela y Priorio, pero finalmente no lo he hecho y las reservo para otra entrada posterior en la que intentaré dar más datos sobre estas fortalezas. Se me ocurrió después añadir los emplazamientos de las cuevas y castros que hay en el concejo (a los cuales he denominado castiellos, que es como se llaman de manera tradicional) y ahí es cuando se me quedó corta la entrada porque hay mucho material que incluir y larga porque es mucho más de lo que yo tenía pensado. Hay dieciséis castros censados en los alrededores de Oviedo, sobre algunos de ellos, casos de Priorio y Tudela, hay construcciones posteriores, en otros casos poco más he podido encontrar a parte de que están ahí. No los he puesto todos porque no quería sobrecargar el mapa, además muchos de ellos son de reciente descubrimiento y puede que fueran desconocidos en la edad media. Los que he marcado en el mapa está solo a titulo de ejemplo. Los incluyo porque me parece buena idea que en un momento determinado los Pj's encuentren algún resto prehistórico de interés para la aventura o algo así (estoy pensando en un hacha de silex con el que se puede poner fin a una criatura invulnerable al acero, v.g.), también pueden usarse como lugares en los que encontrar un tesoro de los mouros o como hogar de algún aparecido. No he encontrado, sin embargo, ninguna leyenda sobre fantasmas que se pasean entre las ruinas de los astures. No deja de ser mala idea a mi entender.
 Otro tanto me ha sucedido con las cuevas. Me parecían buena idea como posibles escenarios de aventuras, pero hay demasiadas y no todas las podía situar con precisión en el mapa, de hecho, la cueva de las Xanas de Olloniego y la de la Cogolla las he puesto un poco a mi albur, lo más cerca posible de donde posiblemente estén, pero que nadie use el mapa para ir a buscarlas que con mis indicaciones no las va a encontrar. Estoy abierto a correcciones, por cierto. 
Post scriptum II: he querido señalar en el mapa los lugares que son comentados en Asturies Medievalia en su apartado de Xeografía Máxica, entre estos se incluye la cueva de la Cogolla que acabo de nombrar, Picullanza (castellanizado en el suplemento como Pico de Lanza) y la cueva del Culebrón, que no la he nombrado bajo el monasterio de Santo Domingo porque este monasterio no lo fundan los jesuitas hasta el s.XVI, pero me parece interesante que la cueva ya este ahí, con culebra y todo. La otra cueva que nombran en Asturies Medievalia, la de Mari Cuchilla, nadie sabe donde está, así que a lo mejor se la encuentra un campista despistado. Por cierto que la leyenda de Mari Cuchilla parece ser del s.XVIII, pero como buena leyenda no veo impedimento en usarla para nuestros aviesos fines. 
Post scriptum III: como no, el dibujo del castillo de Tudela es obra del genial Juan Pablo, que en esta ocasión se ha dejado llevar por el cimmerio que lleva dentro y nos ha regalado un castillo más propio de la Era Hiboria que de la Asturias Medieval, pese al colosal tamaño del castillo, si es cierto que tenía la fortaleza hasta tres niveles de murallas con sus fosos y tres potentes torres. Debido al estado de ruina de la misma es imposible saber que aspecto tendría en la época en la que se enfrentaba a los ejércitos del rey. Los mismo con el castillo de Priorio, la fortaleza actual es producto de la febril imaginación de un magnate del s.XIX y no tiene nada que ver con la original, tan solo parece que las murallas y el portón del recinto son originales. De todos modos merece la pena acercarse por Priorio a ver el castillo, el balneario y la iglesia de San Juan... y luego cruzar el rio y tomarse unas sidras en Caces, que nunca vienen mal.

viernes, 17 de mayo de 2013

Ars Cartographica (bis)

Mientras preparo una entrada más desarrollada, que me va a llevar más tiempo del previsto y como no me gusta dejar el blog inactivo demasiados días seguidos. Aprovecho para insertar el link para poder descargarse el mapa de Juan Pablo de los Mitos Asturianos que no se podía ver bien en la primer Ars Cartographica. 

 Espero que ahora podáis disfrutarlo como se merece. Solo hay que hacer click ahí debajo:


Un saludo a todos.

jueves, 2 de mayo de 2013

Gutierrez de Toledo, la mano del rey.


Posible escudo de Gutierre de Toledo, extraido de las
 armas del concejo de Noreña
Hijo de Tello Fernández de Toledo y María Fernández de Toledo, nace en Toledo en 1330, en el seno de una importante familia toledana que, sin embargo, no solía permanecer mucho tiempo en la antigua capital visigoda. Parece ser que curso estudios de Derecho en Salamanca y empezó desde muy pronto a ejercer diversos oficios eclesiásticos llegando en 1369 a ser canónigo en Palencia y abad secular de Santa María de Husillos, donde su tío Gutierre Gomez de Luna era obispo. Ocho años después es nombrado por fin obispo de San Salvador de Oviedo, estamos a 27 de abril de 1377, no obstante no es hasta finales de ese año cuando llega a la región. Y es que el rey don Enrique había nombrado tutor del infante don Juan al insigne obispo. Este nombramiento tendrá mucho peso en la vida de don Gutierre pues cuando en 1379 el nuevo monarca asciende al trono, don Gutierre será nombrado juez de la Audiencia y Consejero real, puestos ambos que lo colocan en primera linea del gobierno de Castilla, siendo don Gutierre uno de los asesores del rey.
Pese a su ausencia de la diócesis, apenas es nombrado Obispo envía cartas al arcediano de Ribadeo, dependiente de la catedral, para asegurarse que nadie en sus tierras jure vasallaje a nadie que no sea el cabildo o sus representantes. Amenazando con excomunión a todos aquellos que intentarán apoderarse ilícitamente de los bienes de la iglesia. Comenzaba una constante en su vida como obispo, la reordenación y defensa de los bienes del cabildo.
Don Gutierre pasó mucho tiempo fuera de la diócesis realizando siempre servicios al servicio de los reyes, en 1379 nos lo encontramos en Valencia de don Juan, villa privativa de la reina doña Juana Manuel, en la cual los judíos habían alcanzado gran poder y habían construido una sinagoga más grande que el templo parroquial de la mayoría cristiana, esto era ilegal según las partidas de Alfonso X y don Gutierre se dispuso ha hacer cumplir la ley. Pese a todo el desalojo se realizó de manera pacífica, permitiéndose a los hebreos retirar sus lamparas y las Torás y otras pertenencias que guardaban en la sinagoga, que a partir de entonces se utilizó como lugar de reunión del gobierno de la villa de Valencia de don Juan.
Pero sin duda, el mayor servicio que don Gutierre hizo a los reyes fue la defensa de Asturias y los intereses reales frente a las ambiciones de don Alfonso Enriquez, conde de Gijón y Noreña y hermano bastardo del rey Juan I.
Don Alfonso Enriquez es un personaje central en la historia castellana de finales del siglo XIV, era hijo bastardo de Enrique el de las Mercedes, y desde muy pronto acompañó a su padre en diversos hechos de armas. Cuando tras el regicidio de Montiel, don Enrique se alza con la corona de Castilla, don Alfonso consigue las tierras de Asturias que hasta entonces habían pertenecido a su padre por la herencia de don Rodrigo Álvarez de las Asturias. Por su experiencia y su posición familiar don Alfonso era alguien a quién tener en cuenta y en 1378, preparándose una guerra con Navarra, se encarga al conde recaudar 200.000 maravedíes en las tierras dependientes de la mitra ovetense. Pero el conde se tomó la labor demasiado a pecho e intentó recaudar más de lo permitido, levantándose las protestas de los vasallos de la iglesia que hubieron eco en el obispo don Gutierre. Resuleto a no tolerar menguas en los suyos, el obispo decidió no pagar nada. Se empezaban a tensar las relaciones entre los dos grandes terratenientes asturianos.
La situación se va degradando y en 1379, con la guerra ya de capa caída, don Alfonso se apodera de varios bienes en los concejos de Somiedo, Teverga y Proaza, interviniendo el rey su padre para defender a la iglesia ovetense y poner fin a tales abusos. Ese mismo año el rey muere y sube al trono Juan I, hermanastro de don Alfonso.
Las posesiones de los grandes señoríos asturianos.

La muerte de su padre infundió confianza al conde don Alfonso, el cual persiste en su actitud de acoso a las encomiendas de la iglesia de San Salvador, en 1380, por petición del obispo el rey don Juan interviene y su hermanastro parece aceptar la autoridad real y desistir en su actitud. Pero aprovechando la inminente guerra de Castilla contra Portugal e Inglaterra, don Alfonso entra en contacto con los ingleses para ofrecerles un punto de desembarco en la villa de Gijón. Enterado el rey don Juan acude a sitiar Gijón, pero don Gutierre media entre los dos y don Alfonos dice avenirse a la obediencia al rey.
A la par que impone una paz precaria en Asturias, don Gutierre no descansa, estamos en una época de gran popularidad de la catedral de San Salvador de Oviedo, que atrae a peregrinos de toda la Cristiandad. El obispo inicia las obras de la catedral gótica, comenzándose en 1382 lo que será el nuevo pórtico de San Salvador que llega hasta nuestros días.
En 1383, apenas dos años después el conde se levanta en franca rebelión contra su hermanastro abasteciendo varias de sus fortalezas y haciéndose fuerte en la muy fortificada villa de Gijón. Había que encargar la defensa de los intereses del rey a alguien de su total confianza. Nadie mejor que un fiel servidor como don Gutierre de Toledo, Obispo de Oviedo.
En esta ocasión parece que el levantamiento cobró gran virulencia, especialmente en las tierras de Tineo y Cangas, donde el conde don Alfonso tenía poderosos seguidores. Pedro Ruiz Sarmiento, Adelantado Mayor de Galicia, Pedro Suarez de Quiñones, Adelantado Mayor de León y Pedro Fernández de Velasco, Camarero Mayor, entrán en Asturias para ayudar a reducir al conde. Mientras tanto en la montaña leonesa Arias Álvarez de Omaña se enfrenta a los partidarios del conde en Laciana y las Babias. No solo eso, el rey envía una carta a 35 caballeros asturianos para que sigan las ordenes del obispo en la guerra contra el bastardo. Lo hace bien el obispo, los ejércitos reales llegan a Gijón sin demasiados problemas. Don Gutierre había allanado el camino.
El 18 de Julio, en el campamento real frente a Gijón se rinde el conde don Alfonso, al que se le perdona la vida, pero se le confiscan todos sus bienes. Se da perdón a todos sus seguidores excepto dos Ferrán Sanchez de Piedrabuena y Diego Sanchez de Reciella, que habían encabezado la rebelión en Tineo y Cangas. Los muros de Gijón son derribados, el castillo de Tudela batido, diversas fortalezas en Tineo y Cangas derruidas, solo el castillo de Tineo permanece como prisión real. Juan I se asegura así que nunca vuelva el conde a rebelarse en Asturias. (Lo hará pero ya no en la región)
La intervención del obispo en esta derrota del conde fue determinante. No solo el Adelantado de León, Pedro Suarez de Quiñones, se pone a las ordenes del obispo durante la guerra, sino que los hombres de los monasterios de Corias y Obona en el occidente astur, fueron determinantes en la derrota del conde y los suyos. La guerra debió de alcanzar cotas muy altas de violencia y crueldad, porque las medidas que tomo don Juan I contra las fortalezas y vasallos del conde, evidencian que no quería volver a arriesgarse a algo parecido. Muy posiblemente sin la decidida presencia de don Gutierre en la región las cosas habrían sido muy diferentes. Para premias los buenos oficios del obispo el rey concede al obispado de Oviedo el condado de Noreña, que había pertenecido a don Alfonso, antes que él a su padre Enrique de Trastámara y antes todavía a don Rodrigo Álvarez de las Asturias.
Derrotado el conde, don Gutierre no descansa, está resuelto a fortalecer la posición de la iglesia de San Salvador, se busca apoyos entre los linajes más potentes de la región destacando entre ellos los Bernaldo de Quirós, a los que concede la encomienda de las tierras de Belmonte, Proaza y Quirós. E incuso su hermana María Gomez se casa en algún momento con Lope Gonzalez de Quiros.
El obispo fortalece también la posición de la iglesia en la ciudad de Oviedo, asegurándose el nombramiento de uno de los tres jueces de la ciudad, y la nulidad de las actuaciones de estos si no están los tres juntos.
En el ámbito religioso redacto un catecismo en español, organizó reuniones con diferentes sínodos para la reforma religiosa y otorgó nuevas constituciones a diferentes monasterios, entre ellos el de Corias y Obona, tan determinantes en la derrota de los del conde don Alfonso en Tineo y Cangas. De sus diversas reformas de la vida monástica son buen ejemplo los casos de los monasterios femeninos de Santa María de Villamayor, en Piloña, y Soto de Dueñas, en Parres, se descubrió que las monjas de dichos monasterios no respetaban sus votos, no se respetaban las horas de rezo, los vecinos entraban y salían a su antojo de los monasterios e incluso algunas de las monjas habían tenido hijos con algún vecino. El obispo desalojo a tan relajadas monjas y entregó los monasterios a los hermanos benedictinos de San Salvador de Valdedios. Realizó importantes estudios de los documentos guardados en la catedral de Oviedo, cuyos frutos más importantes son El Libro de los Privilegios 1382, Libro de la Regla Colorada 1383 y El libro Becerro o Libro de Don Gutierre, 1385.
El Obispo condenó a la excomunión a todos aquellos que realizarén practicas mágicas y a aquellos que les pidan consejo. Ya en tiempos de Alfonso XI, don Alvaro Pelayo en su Speculum regnum aconseja al rey que persiga a brujos y adivinos que abundan en las tierras de Andalucia y Asturias, donde se hallan sortilegios, maleficios, adivinos, encantadores, augures, arúspides, geomanticos, nigromanticos y otros magos.
En 1386, ante la posible invasión del Duque de Lancaster, se encarga al obispo proteger Asturias de los ingleses. No serán puestos a prueba los preparativos llevados a cabo por don Gutierre, el Duque de Alencaster conquista Coruña y Santiago, pero se dirige a Castilla. La guerra finaliza con un acuerdo entre el rey don Juan y el Duque mediante el cual la hija del segundo se casa con el heredero del primero, como dote se funda el Principado de Asturias, que será a partir de entonces dominio privativo del heredero al reino de Castilla. En ese mismo año don Gutierre funda en Salamanca el Colegio de Pan y Carbón, el más antiguo de Salamanca, para alojar a seis estudiantes (dos ovetenses, dos toledanos, dos palentinos, su tío Gutierre Gomez de Luna era Obispo de esa diócesis).
Muere don Gutierre en 1389, siendo enterrado en la catedral de San Salvador en la capilla de Covadonga, edificada en la catedral de Oviedo para albergar sus restos.

Ideas de aventuras: don Gutierre envía a los PJ's a visitar diversos monasterios con el propósito de comprobar el estado de la vocación en Asturias. Los Pj's descubren poco a poco como se han relajado las costumbres  de los monjes y monjas hasta extremos insospechados, deben dar cuenta de esto al obispo. Ahora bien, los monjes no tienen porque dejarles marchar...
 O a lo mejor los Pj's forman parte de esos monjes disolutos que están siendo perseguidos por el obispo. Tal vez, si huyen con algunas de las riquezas de su monasterio podrán evitar el pasar el resto de sus días en una celda de clausura.
 Parece ser que Asturias está plagada de practicantes de la brujería y el adivinamiento. Don Gutierre quiere poner freno a estas practicas que atan a los plebeyos a la ignorancia y la superstición y envía a unos hombres de confianza a acabar como bien puedan con esta plaga. Claro que los adivinadores, nigromantes, brujos, etc. no se van a dejar eliminar y tienen poderosos aliados... (En este caso en concreto me gusta imaginarme a don Gutierre más como un hombre sabio que realmente quiere alejar al populacho del miedo y la superchería, que como un matarife de la FVL, claro que a lo mejor estos últimos consideran que el obispo demasiado laxo en sus maneras e intentan quitárselo de en medio, en las manos de los Pj's estará impedirlo)

Post scriptum: la bibliografía fundamental de está entrada ha sido "Gutierre de Toledo Obispo de Oviedo, 1377-1389" de Francisco Javier Gonzalez Conde, aunque también la Enciclopedia de Oviedo y "Vivir en la Asturias Medieval" de VV.AA.